La COMUNIDAD FLORIDA es un conjunto de viviendas sociales construida en un lugar de alta calidad urbana que otorga a las familias una oportunidad para mejorar radicalmente su calidad de vida.

Localización

Permanecer en los lugares que se han habitado toda una vida tiene un sentido de arraigo y pertenencia. Que las familias permanezcan unidas a través de las generaciones parecía normal y cotidiano hasta hace un tiempo, hoy en día eso es cada vez menos frecuente. Mantener los lazos entre generaciones arraigados al lugar que se ama es una forma de recuperar el sentido colectivo de la vida.

Muchas de las propiedades “bien ubicados” en las zonas centrales y/o de valor patrimonial en el caso de Valparaíso, o se han deteriorado o han sido gentrificados. Valparaíso, es una ciudad “bien ubicada”, envejecida y renovada muy desigualmente. Los habitantes se han empobrecido y renovar o mantener sus propiedades se hace cuesta arriba. Existe un evidente deterioro de las edificaciones e incapacidad de los propietarios para abordar la renovación con recursos propios.

Entorno y espacio público

Entre los cerros de Valparaíso y bajo la Avenida Alemania se encuentra el Cerro Florida, hogar de Neruda, del Teatro Mauri, único entre los cerros, del Auditorio Osmán Pérez Freire (la cancha del cerro), a minutos de la Plaza Victoria. Es un cerro de segmentos medios con muchos viejos propietarios y con una lenta renovación etaria, lo que permite un proceso de transición suave, manteniendo los vínculos sociales y la escala de barrio. El espacio público más importante es la Plaza Mena o Plaza de los Poetas. Allí se encuentran los vecinos y se realizan las actividades comunitarias. Frente a esta plaza se ubica la Comunidad Florida.

Se aborda un terreno de 430 m2, heredado por cuatro hermanos y a pasos de La Sebastiana. Los hijos con muy escasos recursos se quedan viviendo en el sector porque es ahí donde trabajan. Los niños van a las escuelas cercanas y juegan en la misma plaza en que paseaba Don Pablo. Observan la bahía y reciben el sol y las sombras de sus árboles. Una vida poética si se quiere, salvo porque sus casas, casi no son casas. Precarizadas al máximo, sólo se sobrevive.

En este contexto se propone una densificación equilibrada y de bajo impacto para el entorno, en donde las familias puedan seguir estando juntas en viviendas a las que es posible acceder mediante la oferta del MINVU. A las cuatro familias de origen se agrega un hijo por cada familia, generando 8 unidades.

El terreno enfrenta a dos calles. Una de ellas a la Plaza Mena, la otra tiene una vista extraordinaria de la bahía.

Arquitectura del conjunto

Se proponen 8 unidades de departamentos. 7 en dúplex y 1 en una planta, con un espacio para una futura “unidad productiva” frente a la plaza. Dos “bloques de vivienda” alrededor de un patio compartido desde el cual se accede. Aprovechando la pendiente y el menor tráfico se disponen 4 estacionamientos en la calle secundaria. El patio es el lugar de intercambio y encuentro diario, la manera en que el saludo construye cercanía, también el espacio para resolver conflictos o celebrar, o simplemente ver jugar a los niños.

Los departamentos privilegian la luz y el sol, por eso tienen dos frentes, uno a la calle, otro hacia el patio interior. Se disponen frente al paisaje, pero también se resguardan hacia lo colectivo de la comunidad. En dos niveles es más fácil aumentar la privacidad. Abajo lo común, arriba los dormitorios y el baño. De ahí la condición de dúplex, manera que entusiasma a las familias: ¡es una casa de dos pisos!

Gestión social y metodología de participación

La participación que desarrolla bordeURBANO es un proceso con un ciclo en 4 partes (1. generación de confianzas, 2. análisis técnicos, 3. proyectos y 4. ajustes técnicos) que se renueva en cada etapa de evolución del proyecto que va del diseño co-creativo, a la ejecución de obras y su entrega hasta la evaluación posterior.

La palabra compartida es la clave creativa. De la palabra se pasa a conceptos e imágenes con las cuales se desarrolla una idea de proyecto, luego un anteproyecto y luego el proyecto técnico/social propiamente tal. De esta manera las familias se involucran y comprometen con los resultados por un lado y por otro fortalecen sus capacidades creativas, aprendiendo a confiar en sí mismas y en los demás.

Este proceso comenzó con las familias, pero se extendió hacia el barrio y los vecinos, demás familiares y amigos, que valoran la nueva vida para estas familias y el aporte a la renovación del cerro.

Desde el punto de vista práctico, aquellas familias que no cuentan con posibilidades de vivienda transitoria por sus propios medios, acceden a los subsidios de arriendos del MINVU.

Propuesta de valor urbano y social

Reunir y densificar a pequeña escala, recuperar suelos urbanos en áreas centrales de alto valor para mantener a las familias en sus propios lugares, con arraigo y pertenencia. Por otro lado, densificar en familia permite la renovación del ciclo vital, alargando la vida en común de diferentes generaciones y optimizando los cuidados familiares, promoviendo la solidaridad sin perder la intimidad e independencia de cada hogar.

Ciudades como Valparaíso podrían verse altamente beneficiadas de este tipo de acciones, colaborando en la renovación de la ciudad, especialmente ante la dificultad de encontrar suelos en áreas centrales a precios al alcance de los subsidios del Estado, mejorando la calidad de vida de sus habitantes e integrados socialmente, apostando por un nuevo ciclo virtuoso para Valparaíso como ya antes ha ocurrido y en cuya esperanza seguimos habitando la belleza de la ciudad.