La idea principal del proyecto es dotar al cerro Barón de un paseo mirador público como continuidad del paseo que nace en el ascensor, constituyendo una nueva terraza de la ciudad a la manera de los paseos Atkinson, Yugoslavo u otros. Esto, recuperando el Hospital ferroviario con una reconstrucción y ampliación del inmueble en su posición actual, y una serie de edificios ubicados al costado del hospital y en la ladera bajo la cota de terreno del hospital hacia el mar, privilegiando y consolidando la vista tanto de los futuros residentes como del espacio público. El proyecto se separa en varios edificios: los dos módulos que dan a la Avenida Diego Portales, uno nuevo y la reconstrucción del antiguo edificio, con cuatro módulos más que dan hacia Avenida España. Además, se construyen tres niveles de estacionamiento subterráneos abiertos hacia la fachada poniente. Los edificios se separan entre sí para crear una fachada quebrada y generar visuales y sombras en el conjunto acorde con la fisonomía de la ciudad, integrando el proyecto en el barrio. En el nuevo edificio, al costado del antiguo, habrá un espacio museo, galería y salón de usos múltiples, donde se rescatará la historia del barrio. La arquitectura del conjunto toma como referente la población Zenteno, de modo de lograr un grano capaz de integrarse en el esquema de la ciudad, además de producir una gran terraza mirador a la manera de otras tan características de la ciudad puerto.