La construcción del Centro Subantártico Cabo de Hornos, permitió dotar, a una de las comunas más australes de Chile, con una edificación pública cuyo propósito es proveer las condiciones adecuadas para la investigación científica y la transferencia del conocimiento, a través de la implementación de laboratorios, aulas y auditorio para el desarrollo de cursos, talleres universitarios, escolares y comunitarios, convirtiéndose en un centro científico de nivel internacional, que consolide un programa de excelencia.

El proyecto consideró tres líneas de acción complementarias, que fortalecen el objetivo de uso mixto, materializadas en tres volúmenes programáticos que dan forma al edificio:

Centro de Visitantes: En este pabellón, destinado como un espacio de extensión, se crearon espacios dedicados a la interpretación del ecosistema subantártico, con un hall de exhibiciones con vistas hacia el canal de Beagle, la cordillera de Darwin y el paisaje terrestre y marino. También cuenta con cafetería, salón multiuso y auditorio para 150 personas, que permite el desarrollo de diversos eventos, capacitaciones y actividades de difusión, destinadas a la realización de exposiciones y actividades de fomento del turismo.

Centro de Educación: Este pilar, cumple vital importancia a nivel nacional e internacional y principalmente en los estudios de cambio global y conservación Biocultural. Gracias al proyecto, se creó un conjunto de espacios destinados a contribuir a la transferencia del conocimiento, dedicado principalmente a la enseñanza universitaria y técnica por parte de la Universidad de Magallanes y la alianza estratégica con otras casas de estudio nacionales e internacionales. Este pabellón cuenta con salas de clases, sala de profesores, sala de estudios con equipos de computación que incluyen laboratorios para análisis de muestras biológicas de flora y fauna, y laboratorios de cocina, con el objetivo de impartir carreras técnicas asociadas al emprendimiento local y desarrollo turístico sustentable.

Centro Científico: Considera un centro de investigación subantártica transdiciplinaria a través del Instituto de Ecología y Biodiversidad, con el apoyo de CONICYT y de Iniciativa Científica Milenio, consolidando con esta infraestructura un programa científico de excelencia a nivel regional, nacional e internacional. El edificio cuenta con laboratorios húmedo y seco, bodegas de muestras, sala de estudios, oficinas, estar y dormitorios para estadía temporal de científicos.

Las tres edificaciones y sus atributos antes descritos son un reflejo de lo que representa el Centro Subantártico y el alto potencial de desarrollo que tiene en materias de investigación científica, como centro de difusión y también centro educacional. Asimismo, se suma la ubicación estratégica, que busca posicionar a Puerto Williams como sede de investigación del cambio climático.

En su conjunto, el Centro Subantártico considera espacios adecuados y diversos, que permiten la realización de un sinfín de actividades que beneficiarán a más de 6.000 usuarios anualmente, incluyendo a la comunidad científica, la comunidad estudiantil, a los habitantes de Puerto Williams y a todas las personas que lleguen al lugar con fines turísticos.

Respecto a la armonía arquitectónica entre el proyecto y su entorno, la edificación se emplaza en la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, en la ciudad de Puerto Williams, Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, un área urbana de relevancia comunal, cuyo paisaje construido se funde en un contexto natural sobrecogedor frente al Canal Beagle, donde hay acceso a equipamiento de tipo deportivo, de salud, servicios, de seguridad y habitacional, lo que fomenta la interacción entre la comunidad y un conjunto de equipamiento mixto articulado por el Centro Subantártico, contribuyendo al ordenamiento urbano y a la relación e integración social de sus habitantes con el mundo científico, cultural y educacional, referente actual del desarrollo local.

Además, el proyecto consideró una propuesta de espacios públicos y áreas verdes de libre acceso a la comunidad, con diseño urbano, material y mobiliario de calidad, que promueve su uso e interacción. En este sentido, junto a la calidad de la propuesta arquitectónica, la cual optimiza el uso de la energía pasiva, se consideraron criterios de sustentabilidad acordes a las condiciones climáticas y a la respuesta que la edificación debe tener frente a éstas. Un ejemplo concreto de ello es la implementación de sistemas de energía renovable no convencional, como lo son la energía eólica y la solar, que genera energía de respaldo a sus instalaciones, contribuyendo al ahorro energético y desarrollo sostenible, lo que aporta directamente a la disminución de la huella de carbono. Esto contribuyó a que, en mayo de 2021, el proyecto obtuviera la certificación internacional LEED en categoría Silver.

Cabe señalar que, para llevar a cabo esta iniciativa, hubo una alianza estratégica entre el Gobierno Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena, la Universidad de Magallanes y la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, la cual, por medio de una licitación pública adjudicó la ejecución de las obras a la empresa Constructora SALFA S.A. Esto fue financiado con fondos F.N.D.R - PEDZE del Gobierno Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena.

Dentro de los grandes desafíos para poder llevar a cabo el proceso constructivo de este emblemático proyecto regional, fue, sin duda, la pandemia provocada por el COVID-19, debiendo superar el impacto en la fluctuación constante en los precios de los materiales de construcción, los permisos sanitarios para poder ejecutar la obra y el tema logístico, donde hubo que trasladar desde la ciudad de Santiago hasta la isla Navarino aproximadamente 280 toneladas de acero vía terrestre-marítima.

En la actualidad, el Centro Subantártico Cabo de Hornos se encuentra en plena fase operativa, siendo el primer centro basal de investigación de excelencia en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena y el Centro Universitario más austral del mundo.