Curacautín, es una comuna ubicada en la Región de La Araucanía, en la Provincia de Malleco. Está inserta dentro de un marco geográfico singular y único que contiene parques nacionales, centros termales, volcanes, lagos y áreas de montaña que propician el turismo como una actividad de alto valor para las economías locales.

A partir de esas particularidades, el año 2016 Curacautín inicia un trabajo como localidad piloto del Programa para Pequeñas Localidades del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en el cual se establece un plan de trabajo que se enmarca en la puesta en valor de un territorio y potenciar su vocación territorial, apostando a reconvertir a Curacautín en una plataforma de servicios locales y turísticos, que potencien nuevos emprendimientos locales asociados una infraestructura pública vinculante, sin olvidar su componente habitacional y su red de espacios públicos.
En ese contexto, el sector habitacional fundacional denominado Población Manuel Rodríguez, presentaba un déficit importante de espacios públicos y áreas de recreación para su comunidad. A partir de ello, el Programa para Pequeñas Localidades, define dentro de su plan de desarrollo, el diseñar un espacio público de calidad, democrático y que como premisa de diseño devolviera la dignidad de lo público a la comunidad, a través de un alto estándar en la concepción del proyecto.
El paño disponible para ejecutar el proyecto consistía en un terreno de 1,5 há con un fuerte desnivel hacia una quebrada interior que rodea el estero Manzanoco. A partir de las condiciones morfológicas existentes, se plantea que la idea de proyecto sea consolidar un monte urbano que pone en valor un paisaje cordillerano de laderas poco pronunciadas, formando zonas aterrazadas en el cual se plantea un programa de usos y actividades locales que rodean el promontorio, por medio de un anillo de circulación accesible y pasarelas que pasan por las áreas silvestres a modo de puentes que hacen referencia a los troncos caídos de los bosques del territorio.

A partir de la idea, se concreta entonces un parque asilvestrado público, con un multi programa capaz de alojar las diferentes actividades en un espacio cívico, cultural, recreativa, paisajística y deportiva. El programa arquitectónico entonces debía dar cabida a múltiples actos desde lo cívico a lo recreacional, por tanto se considero un acceso como plaza dura, un anillo circulaciones inclusivas, un estanque con áreas de picnic, espacios de estar, de recreación, de recorrido y contemplación y un área para destinada para el juego de niños y adolecentes.

Parte importante de las premisas de diseño y de los anhelos proyectuales, consistió en desarrollar un proyecto que tuviera lógicas de sustentabilidad, por tanto todo el paisajismo que se desarrollo, esta pensado desde una perspectiva que pone en valor las especies arbóreas y arbustivas locales que son endémicas de la localidad, y que potencia la recuperación de los ecosistemas de avifauna local.

En resumen, la apuesta de diseño se planteo un objetivo ambicioso pero necesario, construir un espacio público inexistente en el barrio , que diera cabida a un multiprograma arquitectónico y que apostara al mayor estándar de diseño arquitectonico y sustentabilidad posible.