El encargo consiste en un proyecto de arquitectura que obtenga el óptimo rendimiento inmobiliario permitido por la normativa urbana aplicable en sitio, dado con un programa de uso mixto de vivienda, oficinas, comercio y estacionamientos. La forma arquitectónica de este proyecto –como la de la gran mayoría de los edificios que llenan la trama urbana– está determinada por la combinación de las normas urbanísticas y la imperiosa necesidad de copar la cabida que resulta de éstas para no incrementar el costo de las unidades vendibles, lo que deja un exiguo margen de libertad para proyectar.
Tanto la densidad máxima permitida –de 65 viviendas– como la altura altura máxima de edificación –de 14 mts. y 5 pisos– se aprovechan en su totalidad. Además, se cumple con un antejardín de 5 mts.
De esta manera, el proyecto cuenta con 65 departamentos, con 3.536m2 útiles y 529m2 de áreas comunes destinados a uso residencial; 32 oficinas con un total de 963m2 útiles y 140m2 comunes; 249m2 útiles de locales comerciales; 39 estacionamientos para oficinas en el tercer subterráneo; 67 estacionamientos en el segundo y primer subterráneo para viviendas, y 14 estacionamientos para visitas a nivel de calle.
Los balcones de los departamentos quedan en voladizo sobre los antejardines, sumando un tercio de la longitud total de cada fachada, según lo permitido por la ordenanza local. El primer piso del volumen frente a la calle Batlle Ordóñez es para oficinas y locales comerciales. Los otros tres contienen departamentos.